Los 80 fue la década que dominaron los sintetizadores. Los hubo antes y los ha habido después, pero sin duda nunca tuvieron un momento de más apogeo que esos diez años. De todos modos aún existían algunos grupos que se resistían a hacer synth-pop, y esto se acentuó sobre todo al final de la década, cuando surge el indie-rock. En el 89 los Pixies publicaban su segundo LP, "Doolittle" con la etiqueta 4AD, al mismo tiempo que The Stone Roses pegaban un petardazo en el Reino Unido con su disco homónimo, bajo el sello Silvertone. Estos sólo son dos de los ejemplos de lo que luego llegaría en los 90, con la explosión de bandas de rock de discográficas independientes.
"Doolittle" fue la continuación al EP "Come On Pilgrim" y al LP "Surfer Rosa", y supuso un cambio en el sonido de la banda, debido, posiblemente, al mayor gasto dedicado a la grabación. De todos modos, los Pixies no habían perdido ese toque característico suyo de rock inmediato, como es el caso de "Crackity Jones" o "Tame". Uno de los mejores temas de la discografía de los Pixies es la canción que abre "Doolittle", "Debaser", que, junto con "Monkey Gone To Heaven", "Wave Of Mutilation", "Here Comes Your Man" y "Gouge Away", forman la espina dorsal de álbum, alrededor de la cual pivotan el resto de canciones, no por ello más prescindibles.
La importancia de los Pixies a partir de "Surfer Rosa" y "Doolittle" ha sido mucha, llegando a influír en numerosos grupos, entre los que, según afirmó el propio Kurt Cobain, se encontraba Nirvana.
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